A continuación, unas palabras de nuestra Directora Nacional en México, Sarahí García Martínez:
Llegar a este momento como organización ha sido posible solamente con el arduo trabajo y compromiso de tan excelente equipo y compañeras de batalla que conforman JJI México. Cada integrante es pieza clave del trabajo que hacemos en pro de los y las adolescentes que se encuentran en el sistema de justicia.
Recuerdo que desde niña pude ver que la sociedad en la que vivimos requiere de ciertos cambios que la hagan más justa. Quizá no tenía las palabras que ahora utilizamos para describir la sociedad, sus procesos y abordajes, pero me era evidente que no todos vivíamos en el mismo entorno y que yo debía de hacer algo al respecto. Desde esa edad tan temprana me propuse que las decisiones más importantes de mi vida las tomaría con base en poder ayudar a otros niños y niñas en el mundo.
En mis inicios humildes pude participar como voluntaria en distintos proyectos de asistencia directa en comunidades vulnerables, desde proporcionar donativos de ropa y enseres hasta la impartición de actividades recreativas a niños y niñas que ni siquiera tenían en ese entonces acceso a una educación. Aún no comprendía la inmensidad de retos a los que nos enfrentamos como sociedad.
Posteriormente durante mis estudios superiores pude trabajar con refugiados nigerianos en el estado de Virginia en Estados Unidos y pocos años después, con niñas sobrevivientes de trata sexual. Las historias de vida de todas esas personas me eran desgarradoras y seguía sin comprender la inmensidad de retos que nos rodean como sociedad.
Aun recuerdo cuando llegué a JJI en el 2017, no teníamos mas que una propuesta de proyectos y las mentes llenas de sueños. En más de 5 años me queda claro que los niños y jóvenes en prisión son de las poblaciones más olvidadas en nuestra sociedad y que nos queda mucho por aprender acerca de los retos que ellos, ellas y sus familias enfrentan. Me atrevo a decir que seguimos sin comprender la inmensidad de ello. Lo que sí me queda claro es que tenemos la maquinaria ideal para impactar la vida de los jóvenes a quienes servimos y los mismos funcionarios de gobierno que operan el sistema de justicia con múltiples dificultades.
Ha sido un honor para mí ser parte de la formación de una organización que ha puesto la “vara alta” en el ambiente laboral y la lucha por la justicia social. Hemos puesto al centro la calidad humana, la confianza y la solidaridad. Mi mayor satisfacción ha sido ver crecer a cada integrante del equipo, sus logros individuales, su resiliencia y lucha incesante por cada adolescente con quien trabajamos.
Con ese mismo sentimiento de honra he aceptado tomar la responsabilidad de ser Directora Nacional. Los retos no desaparecerán, mas no tengo sombra de duda que el impacto de tan importante labor de JJI solamente crecerá y nuestra labor trascenderá no solamente en las vidas de los jóvenes del sistema de justicia sino también en las nuestras. Gracias a tantos colaboradores que han hecho esto posible y gracias por seguir abriendo la puerta a tan ardua tarea.
Ciudad de México, 9 de diciembre de 2022