Hay 1.4 millones de niños en prisión en todo el mundo. Cada uno, al igual que Oscar tiene una historia. Pero están encerrados detrás de muros de cemento, cercas con cadenas, perros policía, guardias armados y barras de hierro, que terminan criminálizandolos por delitos que pudieran ser conciliados de otra manera . Sus historias también están encerradas, lejos de nuestras cómodas vidas. Contar sus historias es lo que los empodera, porque es el primer paso hacia su libertad.
Cuando se les hizo saber a su hermana y a su mamá de que el encuentro iba a ser posible, comenzaron a llorar. Cuando por fin llegamos al centro, las mujeres esperaron ansiosamente la hora de visita. Finalmente, René salió y al caminar por el enlace rodeado de malla todos comenzaron a ponerse emocionales, se abrazaron por un largo momento. Luego de unos minutos todos reían juntos.
Julio expresa insistentemente que él no se encontraba en esa pelea. Su familia no podía verlo porque cuenta con un ingreso modesto, por lo que pudimos ayudar a su mamá a llegar al centro; ese fue el primer día que Julio pudo abrazarla luego de su arresto.
Su mamá, un importante sostén de la familia, se dedica a vender burritos, lo que le permite cuidar a uno de sus hijos que cuenta con una discapacidad, pero a pesar de tener un ingreso, no contaba con los recursos suficientes para poder visitar a su hijo en uno de los peores momentos de su vida. Fue acompañada por su hija, hermana de Carlos. A pesar de sus dificultades, la familia no dejó de reír y abrazarse. Carlos ya fue liberado, luego de una sentencia de 6 meses que hizo que se arrepintiera de su acto, ya que no podía ayudar económicamente a sus seres queridos desde la cárcel. Carlos ya fue liberado.
Luis se encuentra en prisión rechazado por tanta gente que amó. “No quiero pensar en el encierro, en estar aquí.” Luis saldrá libre en un año. Sin el apoyo de su familia y considerando el trauma que ha experimentado, es difícil concebir una reinserción social exitosa.
Llamamos a la familia de Oswaldo para coordinar su transporte del pueblo donde vivían a la ciudad, estaban muy emocionados.
Al paso de unos días, castigaron a Oswaldo por mal comportamiento y no tenía permitidas las visitas. Ese mismo fin de semana, recibimos una llamada de su tía. La madre de Oswaldo había muerto repentinamente y el director del centro le negó el permiso de poder salir para asistir al funeral de su madre. Decidimos que en vez de pagar boletos de autobús para la familia de Oswaldo, debíamos de pagar una carroza fúnebre para llevar el cuerpo de la mamá al centro.
Oswaldo lloró, se rehusaba a creer que realmente era su madre y en menos de una hora la carroza se retiró del centro de detención. Dos semanas después, se le otorgó la libertad condicional. Él ahora se encuentra en una comunidad institucional recibiendo entrenamiento de empleo.
“En Prisión Más No Olvidados” fue presentada por JJI en su Celebración Anual de octubre 13 de 2016 en Minneapolis, Minnesota. En un periodo de dos años, la exhibición fue presentada en 12 eventos alrededor de los Estados Unidos, México y Europa con más de 5 mil espectadores. Esto incluye a nuestros patrocinadores, simpatizantes, funcionarios del gobierno de EE. UU., defensores de los derechos humanos en todo Estados Unidos, funcionarios y defensores mexicanos de la justicia juvenil y el Congreso Mundial sobre Justicia para Niños, Niñas y Adolescentes en la UNESCO en París, Francia.