Los procesos de justicia para adolescentes en diversas partes del continente Americano son llevados a cabo “a ciegas”, donde muchas veces las personas involucradas en el sistema judicial no le dan la relevancia a las familias que deberían de tener en el proceso, dando como resultado un rezago del mismo y una desinformación que provoca angustia a los seres queridos que acompañan el proceso por el que pasan los jóvenes.
Con la intención de conocer distintos tipos de vista al respecto, realizamos el webinar titulado: COVID-19: Involucramiento familiar en la justicia juvenil, logrado por tercera vez junto con Probono de derechos de adolescencia y Niñez (DAN) adscrito al Probono de la Escuela de Derecho de la UPR.
Al respecto, Jeannette Bocanegra, Directora Ejecutiva de Justice for Families en los Estados Unido e investigadora sobre la experiencia de los familiares con el sistema de justicia juvenil, expresó que los esfuerzos que se hacen para dar un apoyo a las familias a fin de que se sientan mejor durante todo el proceso, ya que muchas veces el sistema se encarga de hacer el proceso más estresante. A su vez también se les enseña que pese a toda la adversidad, el valor de sus jóvenes nunca cambia.
“Tenemos que darle a las familias las herramientas necesarias para que ellos también sean defensores de los derechos. Siempre hay retos y nadie quiere invertir en comunidades con necesidad, ni en las familias, mucho menos en los adolescentes, por lo que es más fácil ignorar la importancia de ofrecer servicios que beneficien a la sociedad y hacer el esfuerzo de desarrollar programas que se necesitan”, añadió.
Por su parte, José Carlos Figueroa, fundador del Hogar de Integración Social en Puerto Rico, dijo que es muy necesario trabajar con el -cómo se ven a sí mismos y cuál es el reflejo de su familia en ellos-, porque son dos áreas importantes que necesitan ser positivas para su comunidad.
“Es importante dejarle saber a los jóvenes lo mucho que pueden lograr y que su encierro no es para siempre, que deben de tener metas trazadas y acompañarlos en su proceso. La grandeza de una persona no puede ser juzgada por un error y para eso deben de contar con un apoyo apropiado que les haga saber esto”, afirmó.
Ante eso, Andrea Moya, Coordinadora de Movilizando Voluntarios de JJI en el estado de Chihuahua, aseguró que a pesar de que ella trabaja en el norte de México, hay una similitud en lo que se ve respecto a las situaciones que los adolescentes viven en cuanto a temas relacionados con las familias y las autoridades.
“Hay mucha desinformación por parte de las autoridades con los padres de familia desde que el joven es detenido. Tanto los padres como los adolescentes no saben qué está pasando y a partir de ahí hay mucha desinformación”, agregó.
Explicó que en su trato con familias, muchas veces cuentan con información nula o errónea, remarcando la urgencia de un involucramiento de las autoridades más proactivo con las familias y una mejora en los canales de comunicación.
Por su parte, Angélica Otero, moderadora del webinar y probonista del DAN, estuvo de acuerdo con varias de las expresiones del foro y agregó que se debe de contar con un nivel de comprensión adecuado para cada individuo del proceso, a fin de que entiendan qué se debe de esperar de ellos.
Esta actividad es la duodécima de una serie que estaremos realizando con expertos en el área. Para más información puedes seguirnos en nuestras redes sociales, o bien escribirnos a info@jjadvocates.org.